viernes, 17 de septiembre de 2010

Elisa baila sólo para mí
-soy un patán, pero es así-
y Elisa se desliza sobre mí

con la fluidez de un surubí.

Elisa, lisa a guisa de fatal,
se hizo local, no le va mal,
y Elisa sueña con tomar París
pero anda a Duc de Saint Remís.

Como el farol de un pantalón
que no lavé, nunca se fue,
y para Elisa sangro esta canción,
soy un malvón en su balcón.

Elisa baila sólo para mí
-soy un truhán, pero es así-

y se desliza como un surubí,
como un back de Curupaytí.

Yo no advertí la oposición
entre mi fe y cada razón
y para Elisa sangro esta canción
porque perdí su dirección.

Como el farol de un pantalón
que no lavé, nunca se fue,
y para Elisa sangro esta canción,
soy un malvón en su balcón.


Yo no advertí la oposición
entre mi fe y cada razón
y para Elisa sangro esta canción,
soy un malvón en su balcón.
Y para Elisa sangro esta canción
porque perdí su dirección.