sábado, 9 de octubre de 2010

Lucecita, no me esperes.
Necesito espacio y tiempo, nada más.
No sos vos, soy yo (no te sintás culpable),
yo que no estoy preparado para amar.
Es mejor que ni lo hablemos.
Darle vueltas sólo nos va a hacer peor.
Sé que vas a conocer a alguien más bueno
y te echo de menos mientras digo adiós.

Ni si te diera el sol repujado en el cielo,
ni si te diera el cielo reflejado en el mar
para hacerte feliz
llegaría a merecerte.
Ángel mío, buena suerte.
Si algún día vuelvo a quererte
lo volvemos a intentar.

Luz de mi alma, no me llores
que el que pierde más en este affaire soy yo.
Vos podrás hallar la mar de hombres mejores,
yo jamás una mujer igual que vos.
No me odies ni me olvides
que lo nuestro es algo para recordar
cuando estés con ese que te ampare y cuide
lo que este amor tuyo no supo cuidar.

Ni si te diera el sol repujado en el cielo,
ni si te diera el cielo reflejado en el mar
para hacerte feliz
llegaría a merecerte.
Ángel mío, buena suerte.
Si algún día vuelvo a quererte
lo volvemos a intentar, luz de mi alma,
lo volvemos a intentar, ángel mío,
lo volvemos a intentar para hacerte feliz,
lo volvemos a intentar, vida mía.