sábado, 9 de octubre de 2010

¿Adónde vas, barrilete? Se acabó el piolín
y estás tan lejos, y estás tan lejos.
¿Adónde vas? Vení a verte como San Martín
en los espejos, sobre un blanco rocín.

Un chiquilín singular, las manos sin lavar
en los bolsillos, en los bolsillos
de chiquilín carga el traje de los que no están
para esos brillos, que no pueden brillar.

"Yo les di hasta mi sangre aguada,
la abundancia del cuerno,
mi virtud y las coordenadas
para el infierno, para el infierno".

Chau, chiquilín, la cornisa se embarró de hollín
de tus papeles, de tus papeles.
Chau, chiquilín, bicho fuerte como que tu esplín
se hace Cibeles, sal fértil del mallín.

Como el tren y el túnel de luz,
Moebius que el abajo-arriba-abajo a la vez.
Como el cielo el suelo el cielo, este sol.
Como el infierno. Como el infierno.

¿Adónde vas, barrilete? Se acabó el piolín
y estás tan lejos, y estás tan lejos.
¿Adónde vas? Vení a verte como San Martín
en los espejos con tu blanco rocín.